(esp) Tras el asesinato de un joven guaraní Kaiowá, la comunidad retoma tierra en el sítio donde él fue baleado

 

Alex fue baleado el sábado 21 de mayo cuando salió del Territorio Indígena Taquapery, dónde vivía, junto con dos otros jóvenes Guarani Kaiowá, para buscar leña en el vecindario. Su cuerpo fue encontrado con cinco perforaciones de arma de fuego, del lado paraguayo de la frontera, a menos de 10 km de los limites del territorio. El es la cuarta persona de la familia a ser asesinada en el municipio de Coronel Sapucaia, desde 2007.

El territorio Guarani y Kaiowá está cercado por latifundios y latifundistas que quieren su muerte! Está muy difícil para que ellos puedan subsistir, más allá de esto, el simple hecho de circular en la región – mismo en áreas ya reconocidas como parte del Territorio Indígena – es algo arriesgado y fatal. En una carta “para la justicia”, Aty Guassu sangra por más una muerte de un compañero Guarani Kaiowá, el joven Alex Recarte Vasques Lopes, de 18 años.

Después del asesinato del joven, en un acto de coraje y profunda resistencia, la familia decidió hacer una retomada en el local dónde el joven fue baleado, cerca de la frontera, en una haciendo conocida por los Guarani Kaiowá como Tekoha Jopara. En el mismo día de la retomada, los latifundista apoyados por el Estado impidieron el acceso a la área con un bloqueo de carros del Departamento de Operaciones de Frontera (DOF), dejando el territorio recuperado completamente aislada.

Toda la fuerza para la Tekoha Jopara
Viva la lucha de los pueblos Guarani y Kaiowá
Viva la Aty Guassu!

Lean la carta de la Aty Guassu

Conoce más sobre el caso aquí.

CARTA PARA LA JUSTICIA, DONDE SEA QUE ESTE!

Nuestro corazón está sangrando. No solo el corazón de cada Kaiowá e Guarani, pero el corazón de la propria Aty Guassu. Sentimos en el alma, junto a nuestra reza, nuestros Mbaraka y Takuapu que el proprio corazón de la Madre Tierra está sangrando junto con el llanto de dolor que se extiende, como un canto fúnebre, por todos nuestros territorios.

Hoy amanecimos TODOS con el mismo dolor, angustia y indignación de los parientes de Takuapery. Con el asesinato brutal y cobarde de Alex Lopes murió una parte de nosotros. Con la vida tirada de Alex Lopes, la cicatriz que nos acompaña desde que nacemos volvió como un fantasma a doler dentro de cada Kaiowá. Revuelta y miedo bailan en nuestras visiones.

Alex, joven de 18 años, lleno de sueños, como los demás niños y jóvenes, luchaba, porque en el estado de Mato Grosso del Sur, para un Kaiowá, vivir es luchar para tener un futuro en medio a la violencia y al genocidio que nos cerca. El es el cuarto de la familia extensa Lopes que es asesinado en Coronel Sapucaia desde 2007, en una secuencia de ataques que nunca para y que nunca paró contra nuestros territorios.

El cuerpo sin vida de este joven, como de nuestra anciana y Nhandecy Xurite Lopes de un masacre estructural, intencional y permanente que sigue velado. Nuestro pueblo, por fuerza de nuestra ancestralidad o solamente por la esperanza, busca encontrar, para calmar el espíritu de todos los que cayeron, una señora llamada justicia. Por más que la busquemos, incesantemente, por décadas, infelizmente, todavía no la encontramos, ni siquiera la conocemos. En nuestra búsqueda incansable, por esta Señora no despreciamos su esfera Estadual, y la calidad de sus promotores, pero necesitamos decir que si este caso, como pasó con Denilson Barbosa – otro joven asesinado en Caárapo en 2013 – acaba nuevamente en la manos del Estado, estaremos condenados a ver ser extendido una vez más sobre el genocidio sufrido por nuestro pueblo una mortaja y un paño tal cual hoy cubre el cuerpo de Alex.

Explicamos: No necesitamos decir con palabras que vivimos en un Agro-Estado, nuestra demarcación paralizada y amenazada, los números de asesinados y violaciones contra nuestro pueblo y todas las manifestaciones publicas de los latifundistas en nuestra contra, incluso criminosas y violentas, ya dan cuenta de esto.
Entonces mismo que encontremos la Señora Justicia por aquí, sabemos que no seremos vistos por ella como se debe. Ella sin duda se sentará, mismo que forzada, en la grande mesa llena de los latifundistas.

Como cuando en el caso de Denilson Barbosa fue negado nuestro pedido de llevar la discusión para la esfera federal, entendemos que lo que operó fue la comprensión de que se trataba de una cuestión que afecta a nuestro pueblo con un todo o al menos una de nuestras comunidades como un todo. Pues bien, del asesinato de Denilson hasta ahora, que pasó? Más de 30 ataques paramilitares a territorios – como en el masacre de Caarapó que costó la muerte de otro joven, nuestro querido Clodiodi – otros asesinatos, como em el caso de Simeão Vilhalva, y decenas de muertes que por fuerza de la invisibilidad y del racismo, se quedaron sin solución, sub-notificadas o olvidadas. Vimos de todo, la prensa local hacer su lobby diario travestido de todas la formas de racismos, los latifundistas entrando y saliendo de los predios incluso presionando jueces – y al final quien no se sentiría presionada en realidades de frontera? Vimos de todo pero no vimos la Señora Justicia.

Taquapery no es diferente. La reserva sufrió reducciones desde su acto de creación en 1928 que la dejaron con casi un tercio de su tamaño original. En las tierras que eran nuestras, se instalaron las haciendas que vienen promocionando violencia contra nuestro pueblo todos los días. La recuperación territorial por parte de las familias en dolor, de una de estas haciendas, dónde Alex fue muerto se dio exactamente como un grito de basta, como en 2013 el caso de Denilson, dónde las madres, cansadas de enterrar sus hijos también retomaron el movimiento conocido como Mamãe Kuera. En este caso, ocurrido en Caarapó, la competencia fue destinada como Estadual y nunca hubo justicia, estando el caso – hace más de 10 años – aún en fase de audiencias de instrucción. Necesitamos hablar más?
Ustedes imaginan cuanto nos duele una cosa de esas? Hay muchas instancias nacionales y internacionales de Derechos Humanos, incluso la ONU y la OEA vienen alertando el desarrollar sobre el caso de los Kaiowá como riesgo de genocidio. Numerosos estudios y denuncias dan cuenta de ligar los asesinados contra nuestro pueblo a un proyecto histórico de dominación y muerte. Alex no es un caso aislado y no podemos dejar que así sea definido.
La muerte de Alex es más un ataque contra nuestro territorio y la vida de nuestro pueblo. No fue solamente una familia – la de Alex que se levantó contra su asesinato – pero si una comunidad entera. Esto no se daría caso la comunidad no tuviera en su alma la noción que les fue infringido un ataque colectivo, más un de tantos. No es así?
Por eso, nosotros de la Aty Guassu Kaiowá y Guarani – Movimiento Indígena que representa la totalidad de los territorios de nuestro pueblo, para hacer valer la vida del joven Alex

y de todos los otros, exigimos y suplicamos, que tengan los operadores de justicia sensibilidad y humanidad y permitan que seamos juzgados por la Esfera Federal. Que os sea permitido el derecho sobretodo de una Pericia Federal – lejos de la influencia del Agro-Estado.

Esa es la única manera de tratar este masacre que sufrimos como se debe y en la contramano de este estado latifundista, hacer con que nuestro pueblo un día pueda encontrar la tan esperada señora llamada Justicia creyendo que es posible soñar que la encontraremos en un horizonte no distante.

OBS: Esta carta fue escrita por manos trémulas de nuestros profesores, que entre tristeza y conmoción prestaran este servicio a nuestro pueblo en la esperanza de conquistar al menos un poco de reparación por toda la violencia histórica y por la omisión y morosidad de la Justicia para con los Kaiowá hasta hoy.

Assinam esta carta:
Simão Kaiowa
Erileide Domingues
Eliseu Lopes
Otoniel Ricardo
Lucine Pedro de Almeida
Leila Rocha
Conselheiros da Grande Assembleia Kaiowa e Guarani da Aty Guasu
Taquapery, Coronel Sapucaia, 23-05-2022.