En una sesión especial realizada en el martes, 30/05, con la presencia de las ministras del interior, Izkia Siches e de defensa, Maya Fernández, se aprobó con 66 votos a favor, 43 contra y 16 abstenciones, un proyecto de resolución presentado por un grupo de diputados del partido Renovación Nacional (RN), que declara la Coordinadora Arauco Malleco, la Resistencia Mapuche Malleco, la Resistencia Mapuche Lafkenche y la Weichan Auka Mapu como asociaciones ilícitas de carácter terrorista. Tales organizaciones han estado luchando directamente contra el capitalismo extractivo y el latifundio por medio de la autodefensa armada, del ataque y de la sabotaje, buscando así expulsarlos de su territorio ancestral: el Wallmapu.
El proyecto se basa, entre otras cosas, en la relación que la clase politica y los medio corporativos intentan hacer permanentemente entre el aumento de las acciones de resistencia y el desarrollo del narcotráfico en la zona, en un intento de vaciar el carácter político, ancestral y espiritual de esas acciones, y así deslegitimar la lucha mapuche.
También se ha aprobado instruir el gobierno en realizar gestiones ante el departamento de contraterrorismo de EEUU y a la comisión de la Unión Europea, con el fin de declarar internacionalmente estas organizaciones como terroristas, además de instruir entrar con una querella criminal en contra del vocero de la CAM, Héctor Llaitul, por su llamado a “preparar fuerzas y organizar la resistencia armada” ante el nuevo decreto de Estado de excepción hecho por el actual gobierno el martes, 16/05, en la mal llamada macro zona Sur, el Wallmapu invadido y militarizado por el colonialismo chileno.
Vale recordar que mucho mas allá del discurso progresista y del “mal menor” contra el fascismo que supuestamente significó la elección de Gabriel Boric, en la práctica ha representado la continuidad de los proyectos represivos en todo el territorio dominado por el estado chileno y especialmente en el Wallmapu , buscando una vez mas ahogar el potente proceso de liberación del territorio que ha sido llevado por organizaciones y comunidades mapuche en resistencia.
En las palabras de Llaitul, esto “confirma , una vez más, que vivimos bajo un Estado capitalista de formato colonial. A su vez, constituye un acto de racismo puro y duro de la clase dirigente rastrera que está al servicio del gran capital. (…). El derecho a la rebelión está consagrado en todo el mundo y jamás verán al Pueblo Nación Mapuche de rodillas”.